El perro originalmente caza por sí mismo. La emboscada es útil: manifestación rudimentaria de la muestra.

Para los felinos, el instinto de emboscada y detenerse antes de abalanzarse sobre su presa es un carácter hereditario, actitud altamente transmisible.

La Muestra es espontánea e instintiva, querer enseñarla causaría  un daño enorme de cara a la reproducción de estos animales.

La Muestra en el perro de caza es el medio apropiado para señalar la ubicación de la/s piezas y para mantenerla en el suelo hasta la llegada del cazador o conductor.

La Muestra debe considerarse válida solo cuando es rígida, a una distancia de seguridad justa, de forma que la pieza de caza permanezca inmóvil (bloqueada) en el terreno y no provocar la salida de ésta.

La Muestra es válida solo cuando el vuelo de la pieza ocurre momentos después de la detención del ejemplar y siempre que éste no haya provocado el vuelo o salida de la pieza (forzado).

El perro debe detenerse para permitir que el conductor concluya la acción después de acercarse con cautela. Desafortunadamente, a menudo la pieza vuela o escapa pues la muestra se realiza a corta distancia por ejemplares que carecen del olfato que les permitiría advertirla primero a más distancia.

La Muestra simultánea con el vuelo de la pieza (detención al vuelo = Stop to Flush): nunca clasifiqué a un perro que se haya detenido simultáneamente con la partida de la pieza, a menos que la partida (de la pieza)  se produzca a una distancia considerable en un terreno desprovisto de vegetación.

El objetivo de la Muestra es señalar la ubicación de la pieza manteniéndola fija en el terreno (Bloqueo de la pieza) hasta la llegada de su conductor. En esta situación la pieza, consciente de la distancia que lo separa del ejemplar, es obligada a no fugarse volando; tampoco a escabullirse a pie (apeonar), desaconsejando cualquier movimiento que permita ser descubierta. El silvestre, aunque consciente de la emboscada, es inducido a permanecer en su lugar o detenerse con la esperanza de que el inoportuno visitante (el perro) continúe o lo olvide.

El perro debe mostrar a una distancia que impida a la pieza de escabullirse (distancia mínima de fuga) logrando que se detenga. Dicha distancia debe dar seguridad de no presionar a la pieza de tal forma que intente escapar sea volando o bien escabulléndose a pie entre la vegetación, permitiendo de ese modo que el cazador pueda aproximarse calmadamente. La orden..¡¡ Tierra!! (= Down = Blatz) o Quieto, a la voz o al silbato, no se admite antes de la partida de la pieza (Apoyo antes de la partida de la pieza).

El perro también se educa con el ejemplo: si desea que el perro mantenga la calma, controle sus propias reacciones, comenzando por no apresurarse y correr hacia su perro en muestra, verifique sus reacciones, comience por no apresurarse y correr hacia su ejemplar en muestra, sea prudente y tenga calma al acercarse a su ejemplar (es una forma de darle confianza al perro en su accionar).

El número de muestras debe servir para evaluar la facilidad de encuentro que tiene el ejemplar. Cuando son puntos validos hay que analizarlas y verificar que no son ocasionales sino que son producto de una capacidad olfativa y de discernimiento superior.

La muestra súbita y ocasional de la pieza de caza no puede considerarse  como un gran mérito del perro. La muestra para ser técnicamente apreciable debe producirse como resultado de una cuidadosa exploración del terreno.

En la muestra sobre más de una pieza (familia) el perro nunca debe romper o perder la expresión de la muestra hasta que la última pieza de caza haya partido o se haya volado (Comportamiento frecuente en las muestras sobre codornices y becasinas).

No todas las piezas de caza se comportan de la misma manera, no todas las variedades eligen y frecuentan el mismo hábitat. Diferentes terrenos, diferentes hábitos y formas de defenderse, hacen que los perros tengan que demostrar que, a diferentes hábitos defensivos y tipos de piezas, la búsqueda y el encuentro deben venir a través del razonamiento y la inteligencia para ubicar la caza.

La mayor o menor distancia de la pieza se atribuye al poder olfativo del ejemplar, tomando en cuenta las condiciones climáticas, la dificultad del terreno y la/as especies de caza y su comportamiento (forma de defenderse de su predador).

Al perro se le asigna la tarea de conducir al cazador hacia la pieza y permitiéndo que éste pueda disparar, (“A tiro de escopeta”) hay conductores que disparan en blanco (disparo de fogueo usado en pruebas) a la partida de la pieza aunque ésta se levante a cien metros, lo cual es un absurdo. Cazadores o conductores que se apresuran y corren hacia su ejemplar en muestra no deben ser bien catalogados.

La muestra invertida (de rovescio) suele ocurrir con piezas que se está a punto de dejar atrás, sólo son de mérito si se producen a buena distancia de la pieza (nunca casi encima de ésta). Los ejemplares de razas galopadoras pueden mostrar la pieza semi echados en el terreno o de revés contra ella.

La Muestra sin resultado (en Blanco o sin justificación) no es sinónimo de hipersensibilidad olfativa, sino que se debe a la falta de discernimiento. Un ejemplar sensible de olfato puede tener el defecto de efectuar muestras sin resultado.

La Muestra a la vista: cuando, en un terreno sin vegetación, se está seguro que el ejemplar está mostrando a la vista, no se puede asignar el punto, aun teniendo el ejemplar el mérito de haberse detenido. Por muestra válida se debe entender sólo aquellas obtenidas por medio del olfato,. En un caso así atraille su perro y vuelva a soltarlo más adelante en el terreno.

La resolución del punto: el conductor debe resolver (definición) el punto después que el ejemplar haya mostrado la pieza, bien haya guiado o se haya acostado.

La resolución del punto es para el conductor después que el perro se haya detenido y, si es necesario, guiado o arrimado a la pieza.

 EL ACERCAMIENTO DE LA PIEZA (Arrime o guiada) ACCOSTATA en italiano

Acortar la distancia de la muestra establecida por el poder olfativo del ejemplar es algo que repugna (va contra) el carácter del perro de muestra, que se detiene en muestra a la distancia justa evitando así que la pieza vuele.

Solo en algunas circunstancias se permite al conductor, exigirle al perro, a que rompa la muestra induciéndolo a forzar la pieza, no obstante si se realiza en forma espontánea, con prudencia y con resultado positivo, entonces la acción es meritoria.

La Muestra según William Arkwright (Padre de la raza Pointer)

Las cualidades innatas de los perros de muestra son: la Muestra, el Consentimiento y el instinto de Búsqueda. Hay quienes piensan que los perros que se detienen (Muestran) fácilmente tendrán, en el futuro, el defecto de Mostrar mucho. Ésta es una suposición absolutamente errónea, los mejores perros paradores que vi tenían, sin excepción, estas cualidades naturales.

Cuando un perro Muestra (y por la expresión de esta, uno se da cuenta de que está seguro de tener una pieza), el conductor o cazador debe detenerse también: la calma general confirma la seguridad de la Muestra y, por lo tanto, hay mas posibilidades que las perdices no se sientan acosadas y no traten de escabullirse apeonando.

Ningún juez es mejor que el compañero de dupla (se refiere a una pareja de perros) que instintivamente puede juzgar si la muestra y la guiada (seguimiento de la pieza), son seguras y expresivas.

La Muestra según Edward Laverack

Cuando el perro esté quieto en Muestra y la perdiz haya sido inmovilizada (bloqueada), acérquese con precaución, en silencio, cuando haya esperado lo suficiente para confirmar la firmeza de la muestra de su ejemplar, entonces podrá caminar sobre ella (la perdiz)

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