Autor: Francky LHOMME
Todo el mundo habla de los pantanos del Cotentin en términos elogiosos, según la gente es la tierra más hermosa, la más rica en becasinas, la más vasta, etc.
Ciertamente la tierra es fácil para los perros, y permite tener recorridos dignos de concursos de primavera sobre perdices, pero la verdad, para la selección, está en los terrenos difíciles. Sólo los mejores perros se las arreglan para correr allí, a veces parecen volar donde los otros se traban y ya no cazan.
Es la mentalidad y la codicia del perro lo que marca la diferencia, y eso es lo que tienes que seleccionar. Los arrozales son un terreno perfecto para hacer esta selección. No importa cuán ligero o poderoso sea el perro, todo sucede en la cabeza del perro, si tiene la voluntad y la pasión, correrá en cualquier terreno. El modo de andar de la raza, la pasión, la forma de buscar las piezas, y sobre todo la muestra, su estilo, y todo lo que le precede, son muy importantes. La tipicidad de la raza debe ser preservada.
Para poder disparar a un ave en buenas condiciones, hay que detenerlo, mejor dicho hipnotizarlo, para que se quede atascado en el suelo y no escape. El cazador podrá acercarse al ave y dispararle dentro del alcance de la escopeta. Es por esta razón que es necesario privilegiar a los perros que paran en corto, en lugar de los que hay que hacer guiar más de diez metros para hacer volar el ave, mientras no la bloqueó. La parada en este caso es sólo una excelente indicación, pero no para justificar la atribución de un CAC porque no es útil.
El Sr. Gino Botto, en gran búsqueda no hacía casi nunca guiar a sus perros, para hacerles entender que debían mostrar la las aves en lugar de la emanación. Para dominar la becasina, el perro debe aproximar su recorrido rápidamente al ave, expresando su poder y la calidad de su nariz, la muestra debe ser tensa. Un perro que muestra sin remotar la emanación, será de poco interés porque no dejará sus lacets para bloquear las aves muchas veces se irán antes de que el perro llegue a ellos. Le será muy difícil bloquearlos y al cazador le costará acercarse lo suficiente para dispararles. ¿Para qué sirve como una parada si no puedes tirarle al ave?
Las aptitudes naturales del perro deben ser favorecidas en lugar del entrenamiento (que sigue siendo importante, pero que no es lo principal) porque sin una muestra no hay clasificación. La caza de becasinas con perros de muestra, es la más dura y la más emocionante. Los perros deben tener muchas cualidades para tener éxito, todo es una emanación directa.
El pájaro será más o menos desconfiado dependiendo de condiciones climáticas, se comportará de forma diferente de un día para otro, de ahí la dificultad de juzgar, y la realización de las competiciones se complica.
En algunos días de buen viento, especialmente con viento del Este, no es posible acercarse a las becasinas, porque vuelan desde muy lejos. En estas condiciones, la mejor manera de hacer que los perros las detengan es perseguirlos con el viento a sus espaldas. El perro de calidad irá a buscar su viento, volverá a ti con sus lacets, se acercará a ellos y los detendrá, en tanto que las becasinas no te verán conduciendo el perro.
Las becasinas se alejarán volando de cara al viento, así que podrás beneficiarte de la parada del perro, que se convertirá en útil para el cazador.
Considero que el juez, durante un concurso, debe comportarse como en una partida de caza, y por consiguiente, tiene una gran responsabilidad en el éxito del concurso. Es su deber hacer todo lo posible para poner a todos sus perros en presencia de becasinas. Debe, por sus exigencias en el campo, guiar a los conductores y así llevar a los perros a los lugares donde están las aves. Tiene que dar a los competidores el beneficio de su experiencia dando algunos consejos de conducción, y sobre todo colocar correctamente a los perros en el terreno para que puedan aprovechar las oportunidades.
Sería muy arriesgado establecer un reglamento especial para los concursos de agachadizas, porque hay una multitud de situaciones y dificultades que hacen que la caza sea a veces complicada. Para mí la única referencia que debería guiar nuestros juicios, es en primer lugar la experiencia adquirida de la caza detrás de nuestros perros, y los principios fundamentales que han sido utilizados para dar forma a las reglas de los juicios de Pruebas de Campo.
Debemos tener siempre presente que estamos seleccionando perros para la competencia, que serán los reproductores de mañana. Esta selección es ante todo para cazadores, debe conservar y proteger las actuales razas de perros de muestra, y permitir que dentro de esas líneas seleccionadas por nosotros, encontrar compañeros de calidad, que deben cazar, parar, ser precoces, apasionados, fáciles de entrenar y de usar. En una palabra: ser dignos representantes de su raza.
