Contribución de Federico Cattáneo – Traducción por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Sobre el estilo de trabajo del Setter Irlandés – Dublin 1998
Debido a que los Setter Irlandés fueron originalmente desarrollados para cazar las partridge y las grouse, su estilo de cazar esas aves debe ser tomado como la norma.
En su búsqueda debe haber una intensidad que origina el propósito de cazar esas aves. La concentración en el trabajo encomendado debiera ser evidente en cada paso, en cada movimiento. La cooperación con el conductor es parte de la concentración y no debiera interferir con su búsqueda de las aves.
Durante el galope, la cabeza es llevada por encima de la línea dorsal, con la línea del hocico siempre paralela al suelo. El galope es rápido, fluido, sin esfuerzo. La línea dorsal es llevada tan horizontalmente como es posible, por la interacción armoniosa de las extremidades delanteras y traseras.
Debido a que su cuerpo es muy cercano a un cuadrado, el perro se presenta relativamente alto sobre el suelo.
La cola es llevada en la línea dorsal, tendiendo hacia abajo, jamás por encima de ella. Algún movimiento de la cola es aceptable, pero los mejores perros de trabajo usan poco su cola excepto para balancear en las curvas.
Cuando encuentra una emanación, el Irlandés acota sus lazos, haciendo unos pocos laterales sobre el cono de la emanación antes de dirigirse directamente al origen. Desde la toma de la emanación hasta la muestra, es usual observar algún movimiento de la cola. El ejemplar baja la parte trasera del cuerpo a la vez que mantiene alto el frontal y la cabeza mientras captura en el viento la exacta ubicación de la pieza. Las orejas son expresivas, bien levantadas y hacia adelante cuando se aproximan a la pieza.
Las muestras de pie y echado son actitudes normales. La muestra es intensa y rígida, llena de energía y concentración, echado sobre terreno sin vegetación o en una muestra sorpresiva y como una extensión de su forma de bloquear las piezas en zonas de vegetación relativamente alta, la ubicación de sus pies con los que controla y balancea su tenso e inmóvil cuerpo.
La cabeza está siempre arriba, ojos fieros, orejas altas, hacia adelante y expresivas, la cola rígida, erizada con la pasión del encuentro, arqueada bajo la línea dorsal o bajo ella.
La actitud al guiar debe ser muy intensa y concentrada. Mantiene la cabeza bien arriba para controlar la emanación, el hocico paralelo al suelo, los hombros expuestos sobre la línea dorsal y la cola rígida, arqueada hacia el suelo.
Cualquier tendencia a «quedarse pegado» es una falta grave. Los Irlandeses son rápidos y amplios. Ellos usan el suelo con inteligencia y precisión, alterando sus lacets si su nariz les indica el más mínimo indicio de una pieza.
Si verifican que la pieza no está, reanudan su lacet de inmediato. La profundidad entre lazos debiera ser moderadamente abierta, dependiendo de las condiciones del día.
