Original por Francisco Rojas, Director Honorario del Club del Perro de Muestra.
Partiendo con la crianza y preparación de un cachorro, lo que yo hago para seleccionar, a los pocos días de nacer una camada …es formar una bolita de carne molida impregnando el olor de la carne en mis manos, las que pongo en su nariz a cada cachorro hasta que les despierto el interés por seguir el olor. ,
Por supuesto, de cuando en cuando hay que darles una bolita de premio para incentivarlos.
Practicando muchas veces este ejercicio durante su desarrollo puedo identificar cuál tiene mejor olfato.
Aprovechando este interés que los cachorros han despertado, hago que obedezcan a mi llamado hablándoles animadamente para que empiecen ha adquirir obediencia al llamado del conductor, y ver la rapidez o agilidad en sus movimientos para ir determinando las condiciones de cada uno para cazar, caza práctica o gran búsqueda.
Dependiendo de las condiciones que cada cachorro muestre, voy clasificando los cachorros para el uso para el que probablemente será más apto y al que su amo quiera destinarlo.
Al par de semanas de nacer los cachorros los saco con su madre al campo para que se familiaricen con nuevos olores, jueguen con las mariposas, los mosquitos, las langostas que siempre son atracción para ellos, todo esto sin dejar de poner atención en su formación, de la dentición y en general de su formación estructural.
Considero que para saber con cual cachorro me quedaré, lo hago más o menos a los cinco o seis meses, es decir cuando se produce el cambio de dientes; entonces empezamos a trabajar para lo que queremos, corrigiendo el cuarteo, el desplazamiento, viendo la velocidad, enseñándole a recoger, a traer, esto por lo general se hace con una pelota de plumas o un ala de perdiz y siempre premiando cada buena actuación que tenga el cachorro y sobre todo con mucho cariño y hablarle, festejarlo amigablemente.
Pero cuando se porta mal, desobedece las ordenes, no viene al llamado, la voz tiene que ser firme demostrándole quien manda ¡No hay premio!
Mientras más lo saquemos a terreno más oportunidad tendremos para que el cachorro se equivoque y el conductor tendrá más oportunidad para desarrollar su labor y corregir el trabajo del cachorro: Es como un buen docente siempre está interesado en las dudas de sus alumnos y le da oportunidad que tengan logros, demostrando que no se cree el dueño de la verdad.
Tenemos que esperar que se equivoquen para poder corregir, con cariño porque cuando ellos aprenden nos dan tantas satisfacciones que es difícil encontrar en otras oportunidades.
Las instrucciones para trabajar un cachorro en el campo, considero que lo mejor es «donde mis ojos te vean». Hay muchas teorías, pero para que resulte bien tiene que ser con el amo presente, muchas veces hay que corregir también al amo.
Algo muy importante es a los 40 días vacunar contra el Distemper, a los tres meses vacuna Óctuple, a los seis meses Antirrábica y Óctuple, y todos los años Antirrábica y Óctuple.
Una acotación al margen
Pienso que uno de los principales problemas que ha tenido el perrero en estas disciplinas, que apasionan a tantos que la practicamos, se produce porque tal vez muchas veces sin darnos cuenta nos dejamos llevar por el egoísmo o (machismo quizás) y no hacemos participar al grupo familiar, sobre todo a nuestras compañeras o hijos. Pienso que para que esto perdure y lo disfruten los hijos de nuestros hijos tenemos que hacerlos participar de la fiesta que nosotros practicamos, creo que si logramos interesar al grupo familiar estaremos sembrando para el futuro.