Por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
El cobro forzado es una efectiva técnica para lograr que el perro cobre a la orden. Pero me viene a contrapelo por varias razones.
Hay muchos aspectos del adiestramiento de nuestros perros que consisten en lograr que el animal haga algo principalmente porque se lo ordenamos, no por que quiere: echarse, quedarse quieto. acudir.
Pero el cobro forzado apunta directamente a suplir un conjunto de características que en mi opinión debieran venir de fábrica. ¿A quién se le ocurriría desarrollar un «cuarteo forzado» para setters y pointers? Motivarlo sí, ordenarlo por supuesto. Pero ¿originarlo cuando no está? No.
La técnica del cobro forzado se originó entre adiestradores profesionales y competidores de pruebas, en ambos casos para asegurar que los ejemplares harán el cobro por que ello se les ha ordenado (y de la manera más «mecánicamente eficiente»), irrespectivamente de si el perro tiene inclinación a cobrar o no. Para estos efectos, es indistinto si el perro es un kurzhaar o un boxer.
Hay ejemplares -y líneas de sangre donde es más frecuente- que tienen un ímpetu tan magnífico que llega y traspasa los límites de trabajar en cooperación con el conductor. A esos perros, incluso si su ámbito de competencia tiene cero relación con cobrar, puede venirles bien un adiestramiento de cobro forzado por el solo hecho de permitirle al conductor -usualmente un profesional- infundirle un cuidadosamente dosificado grado de sumisión.
Puedo conceder que la gran mayoría de los que compiten con perros de muestra no tienen un interés alto y permanente en el desarrollo de la raza de su perro: No puedo culparles por no tomar esa posta. Tampoco les echo en cara que prefieran la efectividad del trabajo del perro por sobre la emoción de observar un perro trabajando feliz.
Pero no comparto su enfoque. Pretendo por ende encantarlos proponiéndoles que con sus perros usen métodos basados en motivación positiva, que tal vez sean marginalmente menos eficientes, pero más felices.
Dicho lo anterior, nunca he visto un perro -incluso entre razas tan ajenas al trabajo de nuestros perros como un pastor, que haya ignorado el juego de recoger aplicándole la motivación correcta.
El cobro forzado es un método fuerte que puede afectar la predisposición del perro no sólo a cobrar sino a los otros aspectos de su trabajo de campo.
Un perro adiestrado con métodos gentiles normalmente ejecuta el cobro con la cabeza alta y moviendo la cola. Un ejemplar adiestrado al cobro forzado usualmente muestra el entusiasmo de una persona que está en la fila del supermercado.