Por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl

El cobro forzado es una manera de asegurar que un perro siempre cobrará a la orden, no importa cuál sea el objeto o cuáles las circunstancias.

En general, el cobro forzado se basa en poner un objeto en el hocico del perro y provocarle un malestar mientras se resista a mantenerlo en su hocico.

Lo más típico es pellizcar su oreja, hacer presión sobre uno de sus dedos con una cuerda delgada. A partir de ahí se construye todo.

Habemos quienes estas formas de malestar no nos son cómodas de aplicar. De hecho, aplicarlas en el momento inapropiado, o no tener la fuerza de voluntad para persistir a pesar de los quejidos del perro pueden significar retrocesos que es muy difícil recuperar.

El método Gibbons para el cobro forzado se basa en que la incomodidad es una bastante más suave, que el perro ya conoció (y aceptó) cuando le enseñamos a andar correctamente con la correa: Los tirones a la correa.

Como todos los aspectos de adiestramiento, la gradualidad es la clave virtuosa. Primero fácil, breve. Luego extender y dificultar. De a poco.

Sin más, los invito a ver el siguiente video

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