Original por Scott Linden. Traducción y adaptación por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl

Seguimos con este aspecto tan importante para la salud de nuestros perros.

En la temporada, a mis perros les cuesta mucho mantener su peso. Por cada km que yo camino, ellos corren 3 o 4, quemando miles de calorías cada vez. La capacidad de su estómago de almacenar energía no está a la par de su actividad tan intensa.

Simplemente no puedes poner tanta comida en un perro activo en la temporada por una serie de razones, que son:

No debes alimentar a tu perro la mañana de una salida

Haz este experimento: Toma un calcetín (que representa el estómago e intestinos de tu perro), deja caer las llaves de tu auto (representando la comida) dentro de él. Sostenlo horizontalmente y la «comida» se alojará en el «estómago». Ahora muévelo de lado a lado, como un perro corriendo: El calcetín se desplazará, rebotará y probablemente se torcerá. Eso se llama gastro volvulus (o torsión gastrointestinal) y es frecuentemente fatal.

El rendimiento de tu perro se verá disminuido

Estudios revelan invariablemente -y no es novedad, es cosa de verificarlo por nosotros mismos- que un perro con el estómago lleno corre más lento, con menos energía que uno con el estómago vacío.

El sistema digestivo estará siendo usado para un proceso innecesario

Estará usando la finita cantidad de energía en digerir comida en vez de llevar energía y proteínas a músculos requeridos para el trabajo de campo.

Y no te sientas culpable! el metabolismo de un perro es distinto al nuestro. Enviar a su perro al campo «sin desayuno» no tiene efectos adversos: tu perro no tendrá una instancia de «baja azúcar»

Entonces ¿Cuál es la solución?

Dale doble ración en la noche. Aportarás las calorías, pero lo verás mostrar gradualmente las costillas a medida que transcurre la temporada.

A diferencia de los humanos, que consumimos carbohidratos simples como fuentes de energía, los perros obtienen su energía de la grasa. Si no resistes la tentación de darle algo durante la jornada, dale un bocado alto en grasa que no llene su panza. Hay productos especializados en todos los formatos, pero un poco de paté o una hamburguesa del supermercado harán el truco.

Restaura en lo posible su estado dándole un poco más en los días entre salidas.

Y cuando la temporada termine, paga tus deudas y expresa la merecida gratitud a tu compañero de cuatro patas.

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