Original por Bob West. Septiembre de 2010. Traducción y adaptación por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Le enseñaste respeto al vuelo a tu perro antes de la temporada, pero ¿es aún confiable luego de dos o tres meses en el campo? Si no, es tiempo de recuperarlo. Si sí, es la ocasión para afirmarle esta buena conducta.
La post temporada es el período del año en que nos volvemos un poco inquietos. Recién terminada, nos ponemos a mirar videos y a añorar la próxima que está taaaan distante.
¿Y qué pasa con nuestros perros? ¿Recuerdas las promesas que te hiciste cuando mostró algunas debilidades en el entrenamiento durante la temporada?
¿Recuerdas cuando te echó a volar la única perdiz que viste en la salida, o cuando desistió de buscar ese pato escondido en los juncos?
Creo que querrás desempolvar algunos antiguos artículos y videos de entrenamiento y destinar algo de tiempo para poner las cosas en orden, restablecer el control y pulir esos “molestos detallitos” en la conducta de tu perro
Incluso si ahora has traído un cachorro o adulto a casa pensando en la próxima temporada, tal vez estés pensando en construir una mesa de entrenamiento.
En resumen, hay harto que hacer, harto en que entretenerse.
Visitar al veterinario
Un examen veterinario, para partir: Todos se acuerdan de chequear y vacunar al perro antes de la temporada, pero frecuentemente olvidamos hacerlo a su término.
Piénsalo. Tu perro ha viajado hartos kilómetros, trabajado en temperaturas y humedad extremas, cazado cuando estaba cansado, y se ha expuesto a cada bicho, germen y parásito imaginable. Sugiero que éste es un muy buen momento para llevarlo al veterinario.
Cuando vayas donde el vet, prepárate para relatarle lo acontecido en los últimos meses: si el perro ha dado señas de estar enfermo, si ha interactuado con perros con problemas, las actividades que ha desarrollado, etc. Entre más información puedas darle, mejor será la evaluación, diagnóstico y tratamiento que te dará el veterinario
Retocar el entrenamiento
No es el propósito de este artículo ahondar en cuáles retoques ni en qué secuencia, pero intentaré predecir los aspectos en los que trabajar basado en todo lo que he visto.
Mi plan para los meses de inviernos es volver al cuadrado número uno del sendero y trabajar los aspectos básicos como andar con la correa y venir. Luego que estamos bien en eso, reforzar el quieto y pulir el respeto al vuelo.
En los temas de cobro, lo mismo: De vuelta a la mesa de entrenamiento.
Lo fantástico de este enfoque desde lo básico es que una vez que pulimos estos aspectos, frecuentemente desaparecen como por magia los problemas más complejos
Esto es verdad no solo en su sentido literal -obediencia, confiabilidad en la respuesta a los comandos- sino en alimentar y reforzar los lazos de confianza con el perro.
Proyecto: Mesa de entrenamiento
Okay, supongamos que planeas llevar adelante un plan de entrenamiento. Aquí tienes un proyecto que te proveerá de una confiable y eficaz herramienta para las sesiones de entrenamiento.
Construir la mesa de entrenamiento es sencillo: La mayoría comprende el concepto, pero probablemente nunca han puesto manos a la obra. ¡Ahora puede ser el momento!
La mayoría de los entrenadores usa alguna clase de plataforma para elevar los perros durante las etapas de aprendizaje de comandos. Yo inicio casi todo el trabajo de obediencia en la mesa por su inmensa utilidad para comunicar al perro los significados de los comandos y la respuesta asociada. ¡Además es amable con nuestra espalda!
Cuando un perro está en el suelo, tiene autoconfianza y se siente en control, pero cuando lo subes a una mesa lo sacas de su elemento y se pone más atento a lo que le indicamos, de modo que puedes establecer una relación de trabajo basada en tus términos, no los del perro. Te pone en control y con una ventaja sicológica.
La mesa de entrenamiento es barata y sencilla de construir. El diseño que mostramos aquí es el que recomienda la North American Versatile Hunting Dog Association (NAVHDA).
Todo lo que tienes que hacer es cortar a lo largo una plancha de terciado de 5/8” (16mm) de espesor, y luego cortar una de las mitades por la mitad, atravesado. Con eso tienes una pieza de 2,44m x 61 cm que será la superficie de la mesa, y dos piezas de 1,22 x 612 cm que serán tus rampas de entrada y de salida. Las rampas se unen a la superficie con bisagras para poder plegarla cuando no la uses.
Para las patas, la mayoría de las personas usa caballetes para poder plegar todo el conjunto. La altura es la que prefieras; para la mayoría 60 cm está bien.
Yo agrego dos piezas de 2×2 a lo largo de la parte inferior de la superficie de la mesa. Ello evita que la mesa se flecte cuando el perro camina sobre ella.
Compra unas piezas de 1×2 para poner atravesadas sobre las rampas de entrada y de salida. El perro subirá y bajará más tranquilo.
El siguiente video muestra lo que es posible lograr con la ayuda de una mesa de entrenamiento
Puedes hacer tu tabla tan elaborada como quieras: Agregar postes para atar al perro, postes en cada extremo con una cuerda para tener un punto de atado deslizante, alfombrar la superficie, lo que quieras. El simple diseño que propongo funciona bien. Estoy seguro que luego de construirla estarás feliz por los logros que tendrás con tu perro.