Por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Ha terminado la temporada, estamos en la segunda mitad de la primavera. Las temperaturas durante el día son altas, al punto de ser valioso poner atención a que el perro no tenga problemas por exceso de temperatura.
De modo que podría ser la ocasión perfecta para destinar algo del tiempo de nuestras sesiones de adiestramiento a trabajo en agua… y no dejes de leer sólo porque tiene un perro de muestra!
El agua templada, poco profunda, es lo mejor para la primera experiencia del cachorro, y nunca debe empujarlo o forzarlo a entrar. Es una mejor idea llegar a un lado de un estero o zona de tranque poco profunda y cruzar caminando. La mayoría de los cachorros pronto estarán chapoteando tras de ti.
El trabajo de agua es importante para todos los perros de caza, y la gran mayoría la disfruta y hace un trabajo bastante bueno de recoger en el agua una vez que han sido introducidos y entrenados apropiadamente.
No estoy diciendo que tu pointer debe ejecutar muchos cobros en un humedal que está a punto de congelarse, pero deberías ser capaz de contar con él cuando abates una codorniz o faisán y cae en el arroyo o el tranque. Además, nadar es una actividad fantástica para que el perro haga un ejercicio cardiovascular y respiratorio de bajo impacto.
Así que te propongo acostumbrarte a la idea de acostumbrar tu cachorro al agua. ¿Y un perro adulto? Pues también!
Una vez que el perro tiene la edad para desplazarse por el campo y muestra un fuerte interés en cobrar un señuelo de entrenamiento o pelota, estás listo para hacer la introducción al agua.
Idealmente tienes acceso a un embalse o humedal con áreas de poca profundidad, y que está limpio. En suma, un cuerpo de agua que es seguro para el cachorro y para ti.
Una cosa más: te mojarás en el proceso. Durante esta introducción inicial al agua, lo mejor es que vadees junto con el cachorro.
<Aquí el autor sugiere usar una canoa para llevar el cachorro a agua profunda y hacerlo nadar. Si tiene una, úsela>
Entra con tus waders hasta una profundidad en que el cachorro puede tocar el fondo (más o menos bajo tus rodillas), y camina a lo largo de la orilla. No es necesario apurarse, permítele que se sienta cómodo. Tírale a lo largo de la orilla un señuelo o pelotita. Muy cerca primero, gradualmente más lejos. Y poco a poco comienza a caminar en una suaaave diagonal hacia agua más profunda…. El cachorro deberá nadar para ir donde ti. Sigue jugando por unos minutos con la pelotita y sal del agua para que el cachorro descanse.
Y repite un par de veces más. Recuerda. Todo esto es una aclimatación y un juego
Incrementa poco a poco la distancia que el cachorro tiene que nadar para llegar al señuelo y traértelo. No olvides ser muy efusivo y motivador. Cuando el perro vaya, acércate para que su retorno sea más breve.
De aquí en adelante deberás aplicar tu buen juicio para extender los lanzamientos tanto en distancia, profundidad y vegetación.
Recuerdo la primera vez que llevamos al agua a Onna, la Deutsch Drahthaar de Rodrigo Rumié. Onna tenía 4 meses aproximadamente y un día de diciembre la hicimos pasar caminando un arroyo de no más de 5 metros de ancho y 20 cm de profundidad, agua clara.
Le costó, se quedó, gimió y finalmente se atrevió. Un coro de “Muy bieeeen” sonó a su llegada. Ese mismo día caminamos el arroyo a lo largo, con Onna acompañándonos.
Dos semanas después, un día de rico sol, volvimos a la zona donde encontramos un pozón más ancho y profundo. Onna y su hermano Aitor habían estado jugando con señuelos en el patio de la casa de Rodrigo. Tiramos los señuelos y a la segunda vez los cachorros entraron galopando al agua. En 15 minutos estaban nadando felices. Dos semanas después de esto Onna hizo un par de cobros en agua profunda con algo de vegetación. Aitor venía sólo un poquito detrás en el avance. Hoy ambos son muy buenos cobradores en el agua. Vean el video.
Muy importante: como en todas las actividades de entrenamiento, especialmente al inicio, termina la actividad cuando el cachorro está entretenido, no cuando ya se ha aburrido.
Progreso
Cada lance sucesivo será más largo y en aguas más profundas. Apoya el desarrollo de su capacidad de marcar mezclando algunos lances a zonas con algo de vegetación. Haz estos últimos primero en agua poco profunda.
Finalmente intenta que el perro vaya a buscar, cobre y te traiga un señuelo que le has tirado al otro lado del curso de agua: Primero uno más o menos angosto y luego gradualmente más ancho.