Por Dave Carty, septiembre 2010. Traducido y adaptado por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Nota del Traductor: En el contexto, Dave plantea ejercicios de exposición a aves que no son parte del adiestramiento formal sino poco más que un juego. Tampoco plantea dejar de lado todos los otros aspectos de la socialización y afiatamiento temprano del cachorro. Esto no es «saca al perro al campo, después vendrá el tiempo de controlarlo».
Introducir al cachorro a las aves antes de comenzar el entrenamiento de obediencia puede prevenir futuros problemas.
Creo sinceramente que éste debería ser el modus operandi de todo adiestrador de un perro de muestra. Por cierto, habrá quien discrepa. Esas personas quieren que su cachorro se siente, acuda al pito, haga el quieto y baile la macarena antes de ver su primera ave viva.
La mayoría de esas personas tienen perros cobradores, y yo debo admitir mi experiencia limitada con esos perros, así que no voy a contradecirlos.
Pero tienes un perro de muestra, que es probablemente por lo que estás leyendo este artículo. Así que ¿para qué introducir tu cachorro a las aves antes de hacer el trabajo de patio y de obediencia?
Hay dos razones.
La primera es, que hecho apropiadamente, casi siempre incrementa el deseo de buscar, encontrar y mostrar aves.
Segundo, te provee de un “colchón” un “refugio”, un lugar seguro para tu cachorro cuando está cansado, frustrado o aburrido. Las aves pondrán una sonrisa en el pequeño diablillo y le darán algo que añorar luego de las sesiones de entrenamiento.
Si -al igual que yo- tú tienes una predisposición genética a tomar decisiones estúpidas de vez en cuando, uno o dos pájaros plantados liberarán al cachorro de alguna sesión de entrenamiento que haya sido un bochorno.
Hay varias maneras de hacer esto, y por lejos la más sencilla es plantarle aves: palomas, codornices son lo que podemos obtener localmente en Chile. Usa las que puedas conseguir. Por supuesto la desventaja de este método es que pocos tienen el tiempo, temperamento y espacio para poner una pajarera. Hay sin embargo un par de formas creativas para resolverlo.
Es perfectamente posible construir una caja con madera y malla de 1x1x1 metros, ubicarla en un lugar protegido del sol, el frío y la lluvia, y mantener ahí dos o tres palomas, que es lo que necesitarás para las primeras semanas de exposición del cachorro a aves vivas.
Dado que al inicio tú querrás restringir las aves para que no escapen, poniéndoles cuerdas o dentro de jaulas, perderlas no será tema. Si por ahí hay alguien que tenga aves para vender, tanto mejor.
Si ninguno de los caminos es viable para ti, saca al cachorro a pasear al campo. Desarrollará su maravillosa nariz, aprenderá a ir delante de ti, tomará interés y aprenderá a mostrar aves que encuentre (pajaritos principalmente). Sal todas las veces que puedas.
Hazlo tengas o no aves para plantarle.
Ahora tengo dos perros en mi kennel. Ambos fueron expuestos a aves plantadas cuando eran pequeños. Annie, una Epagneul Bretón muy compacta, mostró las palomas desde el principio, a la edad de 10 o 12 semanas. June, una setter, no fue tan precoz. Cuando encontraba una paloma que le había plantado, la olía un poco y luego salía disparada en busca de una aventura que le interesara más.
Sugerí a sus respectivos dueños que los sacaran a pasear al campo, que los dejaran encontrar y perseguir a todas las aves que ellas quisieran.
Sorprendentemente (siempre me sorprende cuando las personas siguen mis consejos) lo hicieron.
Esta primavera, un año después, ambas perras regresaron. Ambas, de alrededor de un año, habían tenido meses de estas salidas (y una que otra codorniz plantada). Las ganas de Annie habían llegado al infinito. Y June había cambiado por completo. Las aves eran ahora el centro de su existencia. Sus ganas estaban en un nivel tan alto que pude avanzar de inmediato a la siguiente etapa de su entrenamiento.
Como todo lo demás en el mundo de entrenar perros, hay una forma correcta y una incorrecta de exponer un cachorro a sus primeras aves. Mi setter más joven, Hanna, tuvo su primer pichón plantado exactamente a los 49 días de edad. Debido a que lo último que quieres es un ave aleteando y asustando un pequeño de 7 semanas, pon el ave en un calcetín (con un agujero para que saque la cabeza pero sus alas y patas queden inmóviles sin dañarlo). Luego pon el cachorro en la cuerda de adiestramiento y lleva el perro a remontar el viento para que use su nariz para descubrir el ave.
En ese punto puede pasar cualquier cosa: He visto cachorros saltar sobre el ave, agarrarla como pueden y correr llevándose el ave. También los he visto olfatearla por un momento y luego ignorarla. Y los he visto dar uno o dos pasos hacia atrás perplejos, y evitar todo contacto adicional. Lo importante es recordar que si bien la primera reacción es la ideal, la dos y la tres son frecuentes y no indican un perro con falta de instinto o ganas.
De cualquier forma que el cachorro reaccione, procede con cautela. Investigaciones recientes indican que los cachorros son altamente impresionables entre las 8 y las 10 semanas de edad, y al menos un entrenador de mucho prestigio no pone aves a sus cachorros durante esas semanas. Yo no he tenido problemas hasta ahora, pero creo mejor esperar hasta la semana 11, 12 o algo después.
Algunos cachorros, como la hembra de Epagneul Bretón, comienzan a mostrar siendo muy jóvenes, mientras que otros toman más tiempo para desarrollarse. No te preocupes si tu cachorro es uno de los que florece más tarde: Eventualmente lo hará.
(N. del T. El caso de la Drahthaar Abby de Marco Antonio Sáez es notable. A los 8 meses no mostraba mucho interés en buscar y mostrar. En 30 días algo en su cabeza hizo “click” y comenzó un desarrollo lindo. Hoy demuestra gran avidez en el campo)
Cuando tu cachorro se sienta cómodo con la paloma en el calcetín, muéstrale un ave que tiene un ala libre, luego las dos, y así. La mayoría de las veces un perro que viene más tarde en su desarrollo se despertará, y uno precoz aumentará su fanatismo.
Si un cachorro se intimida, vuelve a un ave completamente enclaustrada e inmóvil. Nunca apures las cosas.
Lo que queremos lograr con esta práctica es un cachorro que está realmente moviéndose en busca de aves, olfateando el viento y el pasto por olores, usando su nariz y sus ojos para encontrar el ave que sabe que está ahí. Cuando hace eso, lo ha logrado.
Si quieres, puedes retirarle el trabajo con aves ahora, pero yo nunca lo hago. Es demasiado divertido observar cómo el cachorro se desarrolla.
Como en toda técnica, habrá malas maniobras y retrocesos. Si el cachorro se siente intimidado por el ave, retrocede, dale uno o dos días para descansar, y prueba nuevamente. Si aún está asustado, dale un par de semanas para que madure, pero continúa sacándolo a los paseos por el campo.
¿Y si el cachorro agarra el ave y trata de morderla? No se volverá duro de boca o su muestra se verá perjudicada?
No. Todos los cachorros que he entrenado atrapan un ave tarde o temprano. Ninguno ha fallado en desarrollar sus habilidades de muestra.
Si el cachorro agarra una paloma, toma al cachorro, quítale el ave con decisión pero suavemente y no lo retes! En adelante planta las aves en una jaula que puedes fabricar o comprar
Más Adelante podrás plantarle aves en una lanzadera, pero no las uses todavía, el cachorro es muy joven.
¿Y si el cachorro no muestra? Calma. Ninguno lo hará al principio, pero mientras continúe mostrando interés en las aves, estás en ventaja. La muestra vendrá después, como casi siempre ocurre.
¿Cuánto después? No lo sé. Annie mostró a las 7 semanas, Scarlet a los 7 meses, Mientras mantenga el interés, la muestra vendrá en algún momento.
Todo este trabajo requiere esfuerzo y dedicación sistemática pero de todas las etapas del entrenamiento, ésta es la que yo disfruto más. Perderse la primera muestra de tu cachorro es como perderse el primer acto de teatro de tu hijo.
Seguro, ambos lo lograrán sin todo este proceso. ¿Pero realmente quieres perdértelo?
