Original por Dave Carty. Traducción y adaptación por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Seguramente ya lo has escuchado: Necesitas aves para formar un perro de muestra.
Seguro, puedes entrenar -al menos a un nivel funcional- virtualmente cualquier perro de muestra sin usar aves vivas, y muchos entrenadores aficionados lo hacen todo el tiempo. ¿Pero es el mejor camino? No es eficiente y ciertamente tampoco es fácil.
Así que hablemos de entrenar perros de un modo eficiente.
Las aves salvajes no son inherentemente mejores que las de criadero para tu perro. Hubo un tiempo, quizá, cuando eso no era cierto, cuando las aves salvajes eran abundantes y el acceso a los campos era mucho menos dificultoso. Incluso así, tengo mis dudas. Puedes revisar hacia atrás, bien atrás en el siglo 20, y verás que los entrenadores profesionales han usado siempre aves de criadero para entrenar perros, principalmente codornices, faisanes y palomas.
El problema con las aves salvajes -incluso si tienes acceso a abundantes cantidades- es que no puedes controlar dónde tu perro va a encontrarlas, lo que es crucial para el entrenamiento. Entrenar un perro es mejor con aves que están bajo tu control.
Aves de criadero
El debate de si salvajes o de criadero ha persistido por décadas, y mi opinión no va a cambiar eso. Como la mayoría de ustedes, he trabajado con perros que nunca han estado cerca de un ave de criadero. Algunos también eran perros bastante buenos. Sin embargo, creo que este debate malinterpreta la definición de “entrenamiento”.
Para muchos, un perro entrenado es un perro que trabaja duro y encuentra aves. Yo no estoy de acuerdo. El trabajo del perro en el campo no es algo que puedes entrenar; es algo que el perro debe aprender por sí mismo, y no hay mejor manera de lograr que un perro cace que exponerlo a aves salvajes. Mucha gente que desdeña entrenar con aves plantadas toma este camino. ¿Honestamente? Creo que está bien. El punto está en disfrutar el tiempo que pasas con tu perro, no importando lo que pienses.
Pero algunos, tal vez la mayoría de Uds. quieren algo más de su perro. Quieren que apadrone, que puedan detenerlo con un comando, que respete el vuelo, el tiro y la caída del ave. En la práctica esos objetivos son casi imposibles sin usar aves plantadas.
Ciertamente hay compromisos, y las aves de criadero tienen desventajas menores. Una es que pueden tentar a tu perro a abalanzarse. Casi todos los perros que he tenido en los últimos diez o doce años se han abalanzado a aves plantadas al menos un par de veces. Una vez que un perro aprende que puede poner su nariz bajo las plumas de la cola de una paloma… lo hará.
Poner el ave en una lanzadora e impulsarla al aire cuando el perro se acerca demasiado usualmente resuelve el problema, pero incluso sin lanzadoras el problema rara vez se proyecta al campo. La mayoría de las aves salvajes simplemente no permitirán que un perro se acerque demasiado, y las que sí ¿qué tanto? Los perros rápidamente aprenden cuán cerca de un ave salvaje pueden llegar y ajustan su aproximación.
Salvajes versus domésticas
Tal vez la más grande objeción que escucho, sin embargo, es que las aves plantadas no son como las salvajes. No voy a discutir eso. Pero -en mi experiencia- extrapolar para concluir que las aves salvajes son mejores para entrenar un perro no es una conclusión que tenga asidero, ni tampoco en ningún entrenador profesional que conozca.
Reitero, si tuvieras acceso a muchas aves salvajes y pudieras controlar en qué lugar del potrero estarán y cómo reaccionarán a la presencia del perro, tal vez. Pero es realmente un inmenso “tal vez”, así que la respuesta aún es no.
Entrenando con aves plantadas
Persiste un debate de por qué deberías entrenar tu perro con aves plantadas. Encontrar el mejor método para tu perro vendrá con el tiempo.
En los últimos 30 años he trabajado con un par de diferentes especies de codorniz y algunas chukar, pero ahora entreno exclusivamente con palomas. Esto significa que todo cachorro que entreno pasa por un período de transición al inicio de su primera temporada en el que está aprendiendo y simultáneamente conociendo qué ave está trabajando. Esa transición normalmente toma un par de semanas. Y una vez que el perro aprende, retiene este conocimiento por el resto de su vida.
Otra ventaja importante de las aves salvajes es que tu perro jamás atrapará una, y por lo tanto no se verá tentado a levantarla (forzarla) en vez de -correctamente- mostrarla. La primera parte de la frase es correcta. Si usas aves plantadas, especialmente si no están confinadas en una jaula manual o automática, tarde o temprano su perro va a atrapar una, y probablemente la matará. Esto nunca es bueno, pero tampoco es el fin del mundo. Atrapar un ave no va a transformar un perro de muestra de buena crianza en un levantador, punto. No funciona de esa manera.
¿Palomas o codornices?
Ok, demos un paso más. Si las aves plantadas son buenas ¿no sería mejor usar codornices, faisanes, chukars u otra especie de ave salvaje domesticada? ¿no sería más realista, por ende mejor que usar palomas? Debería ser ¿no? Después de todo, una codorniz de criadero debe tener un olor similar a una codorniz salvaje ¿cierto? Por mucho tiempo lo pensé y lo sostuve.
Pero todas las aves plantadas de especies salvajes que usé tenían problemas similares: se levantaban débilmente del suelo, volaban sólo brevemente y duraban poco. Cuando comencé a usar palomas, todos esos problemas desaparecieron. Las palomas siempre vuelan no importan cuanto tiempo han estado confinadas en la pajarera (lo que no ocurre con las codornices), se levantan razonablemente bien, e incluso cuando las mareas, son bien resistentes.
Para mí entrenar un perro sigue siendo la preferencia las aves salvajes, porque es una entretención para el perro y para mí una oportunidad de enseñanza más correcta de lo quiero que el perro aprenda.