Original por Sandra Mowery. Traducción por Mario Bórquez Brahm para clubdelperrodemuestra.cl
Así que ¿qué es un título?
No es sólo algo para fanfarronear; tampoco es un cimiento para títulos más avanzados. Ni siquiera es un adjunto a los puntajes.
Un título es un tributo al perro que lo lleva, una forma de rendir honores al perro. Un potente homenaje. Quedará en sus registros y en la memoria por todo el tiempo que todo dura en este mundo. Pocos humanos podrán hacerlo tan bien o mejor en este aspecto.
Y aunque el perro no sabe ni le importa que su logro ha sido notado y merecido, un título dice muchas cosas en el mundo de los humanos, donde esas cosas importan.
Un título dice que tu perro fue inteligente, adaptable y de buen carácter. Dice que tu perro te amaba lo suficiente como para hacer las cosas que te agradan; aun cuando a veces haya parecido un poco loco.
Un título también dice que tu amaste tu perro, tanto como para pasar tiempo con él porque era un buen perro; que creíste en él tanto como para darle una oportunidad más cuando falló, y que en el fondo tu fé fue justificada.
Un título prueba que tu perro te inspiró a esa relación tan especial que tan pocos disfrutan; que en un mundo de lo desechable, este perro con un título fue amado y amó mucho.
Y cuando su querida y corta vida pasa, el título permanece como un recuerdo de la más noble clase, el mejor que puedes darle a un amigo que lo merece, toneladas de orgullo en un par de siglas que acompañan a su nombre.
Un título es nada menos que amor y respeto, dado y recibido, y registrado permanentemente.